No vengo a hablarles de males ni de enfermedades humanas, aunque bueno, algo de enfermedad creo que puede haber en la situación que expondré a continuación. Puede que esté empezando a existir un herido que necesita una urgente intervención para ver si se recupera algo.
Leyendo las últimas noticias aparecen datos de un ligero incremento de las exportaciones de vino español pero a consta de una cierta bajada en los precios.
Personalmente aquí veo una situación realmente problemática si miramos a largo plazo. Y es que luego ese precio va a costar subirlo cuando lleguen épocas mejores porque la costumbre es perezosa y si yo compro a 1, luego usted no me pida 10. Por eso, competir vía precio me parece siempre una estrategia realmente arriesgada y desde luego nada recomendable para bodegas no muy grandes. Es posible que exista siempre alguien más barato que tú y te dejen de comprar porque realmente no lo hacen por la propia valoración del vino, si no como una forma especulativa importante de comprar barato para vender a un precio algo hinchado. Les da igual un vino que otro, y ahí creo que el vino español no debería entrar demasiado. O si lo hace…que se cambie el discurso de las autoridades y gestores de todos los fondos destinados a la promoción de «vinos de calidad» españoles.
Que hay que dar un buen producto a un precio competitivo está claro, pero los niveles a los que se está llegando son altamente perjudiciales si se quiere defender un vino español fuerte en los mercados exteriores frente a la feroz competencia. El modelo y el discurso no está siendo muy efectivo pienso yo.
No sé si es que todo el dinero destinado a promoción del vino español está mal gestionado pero la imagen general en el extranjero es que aquí se produce vino barato y de una calidad media. Muchas veces preguntas cuál es la opción de la gente que se quiere gastar algo más de dinero en una botella de vino y la respuesta suele dar a Francia como primera ganadora, seguida de Italia. ¿No nos interesa estar? El esfuerzo creo que se debe hacer por aquí…
Por eso, veremos cuál es la tendencia en los próximos meses pero pienso que la estrategia coordinada debería apostar por intentar cambiar la imagen del vino español. Creo que mimbres hay para ello. Será un proceso largo, tedioso, que posiblemente tenga resultados en generaciones futuras…pero empiecen a hacerlo cuanto antes.
Un saludo
……………………
The Show Must Go On (Queen)
lunes, 1 febrero, 2010 at 9:13 pm
Iñaki, desconociendo el funcionamiento del mercado, lo tenemos mas complicado para dar nuestra opinion. En primer lugar creo que este país tiene zonas vitivinicolas de gran calidad, y por ello deberiá tenerse en cuenta. Por otro lado siendo necesario los graneles, seriá bueno un pelin menos de importancia en el peso especifico del vino que se vende.
Por otro lado cuanta razon llevas, que nunca debemos bajar nuestros precios de salida, ¡chico mi trabajo y mi producto, vale esto!, si no te interesa mala suerte.
Gabriel
martes, 2 febrero, 2010 at 12:22 am
Estoy totalemnte de acuerdo contigo iñaki. eso de bajar precios así devalúa la imagen de una marca, aunque tambien es cierto que quizá se busue seguir a flote.
Lo que bajes hoy no lo recuperaras mañana. Vale mas empezar con un varemos d eprecios razonable e incrementarlo un poco despues que ir para atras.
Uno de los casos mas recientes, la bajada del 50 % en los hablas de extremadura.
martes, 2 febrero, 2010 at 7:05 am
Estoy de acuerdo, y si queremos ser un “Chile” pues perfecto pero que los esfuerzos y discursos vayan por ahí.
Gabriel, ¡es así lo que dices! Tu trabajo, como el de cualquier otra persona, vale tanto y el que quiera otra cosa pues que busque.
Respecto al tema graneles sucede un poco lo mismo ya que los precios han caído bastante y mi entrada no sólo se refiere al vino embotellado. Y es peligroso. ¿Por qué se ha vendido tanto vino manchego a los rusos? Si ahora éstos encuentran en, por ejemplo, Australia algo más barato…¿seguirán diciendo las bondades de los Airenes o Cencibeles? Peligroso me parece.
Pero claro, las necesidades y estados de nervios son muy diferentes ante los depósitos de miles de litros.
Jorge, desconozco el caso de Habla aunque me lo imagino. Ahora bien, a mi se me quedaría una cara de tonto (aún más) si hubiera comprado botellas antes…¿Sabes si han aumentado producción de forma considerable? La gente aún se cree que el vino, con talonario, se vende mucho más…y no conocen las particularidades de este mundo.
Un saludo
martes, 2 febrero, 2010 at 1:02 pm
Iñaki, no puedo afirmar nada con respecto a los Hablas, pero parece ser que lo llaman «promoción para acercar la marca», eso a mi me suena a que al precio que lo vendían, no vendían lo suficiente.
Desconozco si hubo aumento de producción pero si que van a sacar un vino de gama de precio mas baja….
Fuí a cata uno de ellos con un amigo que habia pagado casi 40 € y ahora lo podía comprar a casi la mitad, imagínate la cara que se le quedó, aún así compró mas botellas.
Yo hubiera mandado un mail a la bodega reclamándo.
martes, 2 febrero, 2010 at 1:45 pm
Iñaki, me comentaban que los precios de los graneles lo marcaban los compradores, y el vendedor accedia si, o no. Si se llega a estas situaciones, son sintoma de que muchas cosas fallan, Como bien dices se ha vendido mucho vino a los rusos y a los chinos, incluso se de bodegas, que tienen traductores para los eslavos.
Lo malo de todo esto es que esta afectando, al vino de calidad embotellado, porque los vinos de gama baja su referencia de precio es muy baja. Esto esta afectando a estos vinos, porque hay empresas que bucan un vino de tales caracteristicas, y les van a los vinos con esta indole de calidad con estos precios, y asi no se puede. Quizas las D.Os, deberian empezar a marcar en sus etiquetas calidades, en ven de tan todo D.O. Por ejemplo, desde basicos, calidad media, alta, muy alta, o algo si. Porque un vino de 2€, lleva la misma que uno de 8 €, y esto no deberia ser.
Lo que dice Jorge, tiene una explicacion para mi sencilla en los tiempos de bonanza, se comentaba «que lo paguen si lo quieren», esta calidad no se correspondia con el precio, y ahora en tiempos de crisis, hay que bajar margenes para ser competitivos.
Salud.
martes, 2 febrero, 2010 at 8:01 pm
Y sin embargo a mi me parece bien que en función de la bondad de la añada, p.j., los precios fluctuen… Lo cual no obsta para que el burbujeo de precios en los vinos… pues apeste desde hace mucho tiempo.
Saludos,
Jose
martes, 2 febrero, 2010 at 8:46 pm
Correcto Jose, pero esto no es un subir y bajar por efectos de la añada. Es más una caida libre… 🙂
miércoles, 3 febrero, 2010 at 11:21 am
Siempre habrá quien excuse la acción y la situación. ¡Será por excusas!
Es tal el volumen de pretenciosidad vínica de los últimos años; en formas, en modos, en precios… en estulticia, vaya, que reconducir las agüas y los vinos va a requerir de tiempo y conciencia. De lo primero vamos sobrados, lo segundo requerirá un algo más.
Saludotes,
Jose
miércoles, 3 febrero, 2010 at 1:18 pm
Interesante como siempre Jose, reconducir ¿en qué sentido planteas? ¿precios, estilos, ambos, ninguno?
El precio desde luego en muchos casos es un escándalo, incluso en el café de las mañanas desde la entrada del €. Por otro lado, hay rebajas curiosas y ves supuestos «Reservas» a 1,90 €/botella.
¿Y el estilo? ¿Hay una idiosincrasia propia? Es decir, ¿hay algo que ofrecer al mercado? Fíjate, por ejemplo y con pena por mi parte, en el Somontano…¿qué ofrece? ¿hay algo que lo identifique o sólo le queda competir vía precio? Muy triste me parece.
miércoles, 3 febrero, 2010 at 4:32 pm
Parece, a mi juicio, necesario reconducir absolutamente todo. También en el vino se ha impuesto la vorágine del tener frente al ser.
Para que un vino fuera considerado como bueno había de ser puesto en el mercado a determinados precios, contar con determinados parabienes de todas las guías (y también blogs, que aquí todos tenemos nuestra cuota de culpa). Esto alimentaba también el que poca o ninguna voz dijera «hasta aquí», que da igual lo que pidan por un vino, que no lo merece.
Y siempre habrá quienes se llenen la boca y los bolsillos hablando de oferta-demanda, coste de oportunidad, nichos de mercado y cojones en latín, don-dín.
¿Ahora los malos tiempos ponen las cosas en su sitio? Pues igual tampoco, porque las pequeñas bodegas que se dejan los cuernos trabajando las estarán pasando putas; como siempre, las crisis para el humilde son mucho más crisis.
¿Cambios de precios? Habrá quienes puedan hacerlos, ya sea por el volumen que mueven o bien por que antes de que el arbol se moviera el margen con el que trabajaban era mucho más que holgado.
Habrá quienes quieran y puedan luchar por precios; y se van a ver en una trinchera en la que es mejor que peguen la espalda a la pared, porque ahí no habrá amigos. Chile, NZ, Argentina… Playa Omaha. ¿Qué valor tiene lo que es gratis? A partir de determinado precio la gente deja de valorar el producto y siempre hay alguien que te va a batir; siempre hay alguien que puede aguantar una temporada vendiendo con pérdidas (ya echarán al personal que sea necesario para equilibrar) hasta undir tu negocio, entonces podrán comenzar a subir precios y ganar dinero, pues el mercado es suyo.
Bien, pues al siguiente escalón, aquel en el que se prima determinadas cualidades de un vino que pueda resultar excepcional. Ahá y ahí ¿otra vez más puntos para que saquen pechito cual pichones porque tal o cual gurú ha dicho que su vino parece de Pomerol? No me jodas, pero si eres de Labastida ¿para quá coño quieres parecer de Pomerol 😕 ¿Colas de ratón o de león? Decía Toshack, con su particular acento, en su segunda etapa en Chamartín: Esto es correr como pollos sin cabeza.
Ahora parece que también está de moda cambiar de estilo y pasar del mucho-de-todo a vinos más ligeros… También está de modo vinos bio/naturales/sin-sulfuroso y se empiezan a subir al carro nombres más famosillos… y hasta hace unos meses eran mirados como cuasiapestados.
Todo camino tiene un primer paso, pero además habrían de saber cual es el destino al que quieren llegar. Y que aunque el destino final sea vender botellas (que una bodega no es una ONG!), no es lo mismo vender botellas, que vender botellas. No confundamos curva con curva.
Saludos,
Jose
P.S. Hala, vuelve a preguntar 😉 😉 😉
miércoles, 3 febrero, 2010 at 4:35 pm
Uy, donde dije ‘undir’ -> ‘hundir’
Saludos,
Jose
miércoles, 3 febrero, 2010 at 8:36 pm
Jose, lo que dices al principio de acuerdo en el vino embotellado, incluso en el embotellado de pasarela. Pero ¿y el granel? De ese no se habla ni en blogs, ni en guías, y ya sabes que la gente bebe poco.
El tema de competir en precios es lo que hemos dicho. Peligroso. Sobre todo si luego se vende otro discurso.
A mi me parece que la gente se mueve a bandazos definidos por modas. Que hay que poner barrica nueva por el artículo 33 pues se pone sin realmente saber si tus vinos la necesitan, que hay que resaltar la variedad en la etiqueta por modas del Nuevo Mundo pues se resalta, que hay que invitar al periodista de turno para cebarle y que hable bien como estómago agradecido pues se invita, que hay que hacer vinos al gusto del gurú pues se hacen.
Desde luego, un carrousel!
Pensaré más preguntas para hacerte 🙂
Un saludo
miércoles, 3 febrero, 2010 at 9:20 pm
Quizás un riesgo que deberiamos evitar, la perdida de nuestros clasicos. Si entendemos como clásico, algo acabado, perfecto, un ejemplar patrón por el cual han de mirarse las creaciones posteriores. Cosas asi es donde deberíamos empezar a mirar.
Gabriel
miércoles, 3 febrero, 2010 at 9:49 pm
Gabriel….Wagner, Strauss, Mozart y los Stones siguen vivos 🙂
jueves, 4 febrero, 2010 at 9:26 am
Las modas son pasajeras, el estilo no. Cuando se siguen las modas siempre es a pie cambiado, pues cuando se comprende y conoce el cambio de tendencia el tren ya ha pasado y cuando se esté en disposición de seguirla esta será distinta. No hay pan para hoy y más hambre para mañana.
Si no se sabe qué se quiere hacer, no hay forma de hacerlo.
Me refiero en cualquier caso al vino embotellado. El granel es granel y va por otros derroteros. Curiosamente la mayoría de las personas que conozco fuera de estos círculos beben vino a granel; el embotellado es sólo para las ocasiones especiales y CVNE Cza. está en la cumbre de la pirámide. La realidad es esta.
El discurso… suele cambiar cada semana y forma parte del pesebrismo político (consejos DOs included). Una semana dicen que «los caldos» de tal o cual lugar (o los españoles en pluriglobalidad) son tan buenos como los de cualquier sitio y han de competir en calidad, cantidad, precio y a las chapas. Otra que hay que «atacar» el nicho de los grandes vinos y grandes precios, que pa’chulos nos. La siguiente semana que el nicho interesante es el de vino de todos los días y hay que pelear en esa trinchera… la siguiente… bla, bla y rebla. Rola el viento, boya de sotavento, todos a babor, todos a estribor… ¡todos al bar que esto es un sindios!
Cuando no hay viento, incluso la veleta tiene carácter.
Saludos,
Jose
jueves, 4 febrero, 2010 at 11:55 am
Desviando un poco el tema: ¿no hay muchas vacas en el mismo prado? 😉
jueves, 4 febrero, 2010 at 1:46 pm
Amigo José, aunque la sociedad cambie de gustos, de modo de ver las cosas. Creo que estos nunca rompen de una forma tajante con un pasado. Por eso creo, que aunque unos tipos de vinos, ya no se elaboren por las circustancias que sean, los nuevos vinos, deben beber de esta tradicion, y esto lo podemos ver con algunos. En otros no lo podemos ver, porque quizas sean zonas muy nuevas. En otras como puede ser donde resido, han hecho tal politica de reconversion, que ha sido un total desproposito.
Gabriel
jueves, 4 febrero, 2010 at 2:10 pm
Bueno Jose & Gabriel, aunque el debate de estilos pienso que es otro no cabe duda que llevais razón.
La proliferación de bodegas ha hecho que hoy nos encontremos con un montón de marcas en un mercado que a su vez va a la baja en cuanto a cifras de consumo per cápita. con lo cual, más oferta para menos demanda…¿forma de disminuir la oferta que ha sido tomada en muchos casos?: Bajada de precios. ¿Hasta cuándo y dónde se puede mantener esa bajada? ¿No sería más oportuno tomar medidas que aumenten la demanda de otra forma?
Se me ocurren alternancias que vayan enfocadas hacia un acercamiento del vino a la gente, fuera snobismos, más promociones, hacerlo más popular para que la gente beba, no cate, beba. Hay muchos mosquitos que van revoloteando de cata en cata pero beber…poco. Y es la gente “de la calle” la que bebe, no los “entendidos”. La cerveza nos ha machacado en este sentido.
El asunto, mirando al futuro, me plantea lo siguiente. Vamos a suponer que baja la oferta y sube la demanda que sería una reestructuración lógica. Lo normal sería que subieran los precios pero…¿aceptarán los consumidores esa subida? Supongo que sí en el caso de que la oferta llegase a ser escasa pero no creo que eso suceda…por lo cual entramos en el riesgo que comentaba.
Modas siempre han existido. Lo que ahora llamamos clásicos no lo serían en su tiempo, y además habría que ver qué queda realmente de ellos.
Modelos, modelos y modelos…
Pero bueno, creo que es mezclar demasiadas cosas en unos mismos párrafos.
Descorche, el problema es si hay pasto en el prado para todas las vacas. Y me parece que algo de hierba se está secando.
En fin, hablen con los políticos, organismos encargados y demás…y usen el sacacorchos 🙂
Un saludo
viernes, 5 febrero, 2010 at 10:52 am
Hola Iñaki, qué tal?
Interesante el tema que comentas y sobre el que ya se ha hablado en otras ocasiones. Dices que hay que comenzar a hacer el esfuerzo, pero … ¿sobre quién crees que debe recaer este esfuerzo?
¿Bodegueros?
¿Distribuidores?
¿Comerciantes?
¿Crítica especializada?
¿Consumidores?
¿Políticos?
¿Los CRDO?
¿Todos?
¿Unos más que otros?
Por otra parte comentas lo de la imagen del vino español en el extranjero. Y es lamentable. Yo lo que sigo pensando es que por ahí fuera hay mucho eno-mequetrefe suelto, porque yo me considero un aficionado medio tanto en conocimientos como en poder adquisitivo y sin embargo me preocupo por intentar conocer los vinos que se elaboran allende de nuestras fronteras. No entiendo como los ricos y cultos aficionados anglosajones, alemanes o asiáticos no se preocupan por conocer el vino español, aunque sea solo un poco, porque calidad y variedad hay y además hay mucha. Y esto no es culpa solamente de nuestro sistema o modelo, es necesario algo de inquietudes entre la gente de ahí fuera.
Un saludo,
Eugenio.
viernes, 5 febrero, 2010 at 8:47 pm
Hola Eugenio
Bueno, el esfuerzo creo que debe ser de todos. Hace falta una estrategia conjunta y que, como ya digo, posiblemente se vieran los frutos dentro de varias generaciones pero no cabe duda que la imagen del vino español hay que mejorarla.
Respecto a lo que comentas de lo que pasa fuera pues…hay de todo. Los países que tradicionalmente han comprado vino tienen mucho interés en conocer cosas y tienen la cultura del vino bien metida en sus venas. Mucho más que aquí.
También es cierto que el vino español sale a veces muy mal parado porque en muchas ocasiones las bodegas de aquí han mandado soberanas porquerías y no han cuidado esos mercados. Y ya sabes que lo barato siempre suele ir asociado a baja calidad aunque sabemos que no tiene por qué ser así, pero la visión general va por ahí.
En Borgoña me lo comentaba algún elaborador. No entendía cómo vinos de alta calidad y con un bagaje tan histórico no se vendían al mismo precio que los grandes Burdeos, que los grandes Borgoñas o que un gran Barolo. Y creo que lleva razón. Se han hecho aquí grandes vinos pero se han vendido muy mal, y eso es un lastre que tenemos y que va a costar cambiarlo (si es que interesa que cambie, que a los grandes grupos bodegueros me queda la duda de que les interese)…pero que más costará si no se empieza a remover el pastel.
Un saludo
viernes, 5 febrero, 2010 at 11:19 pm
En menudo jardín te metes, Legorburu.
Competencia desleal y falta de princípios morales. eso es lo que hay.
«Dos no riñen si uno no quiere», dice el refranero.
Mientras coexistan bodegueros sin escrupulos y piratas intermediarios el precio del vino no tiene ningún sentido.
Mientras no se respeten las normas ni los conductos reglamentarios el vino seguirá en su caida continua hacia un abismo interminable.
Mientras haya mercaderes en vez de comerciantes, mientras la necesidad de vender haga dar tumbos a las politicas de precios de las bodegas, mientras haya quienes compren al mejor postor…
Si un viticultor se muere de hambre y la bodega nada en la abundancia. Eso no mola.
Si una bodega gana lo justo, y sufre, con el vino y otros triplican o cuatriplican el precio por el descorche. Eso no mola.
Si un bodeguero se ve obligado a promocionar su vino pero ese precio no llega al cliente final. Eso tampoco mola.
¡Cuanto debe cambiar todo!
sábado, 6 febrero, 2010 at 6:10 am
Me encanta la jardinería…
Veo que eres buen jardinero y comparto esa forma de podar que tienes.
Hace falta una buena poda en esto.
Esta entrada trata únicamente sobre el peligro de competir en los mercados (sobre todo exteriores) por la vía del precio. El vino tiene otros males como dices en tu comentario y en los que que estoy muy de acuerdo, y que serían objeto de debate también. Poco a poco 🙂
Un saludo
sábado, 6 febrero, 2010 at 9:21 am
¿Esfuerzo por parte de los consumidores? estoooo…. el consumidor / bebedor ya hace el esfuerzo que le corresponde: Paga por la botella que se lleva. Hasta ahí ha de llegar su esfuerzo.
Saludos,
Jose
sábado, 6 febrero, 2010 at 6:25 pm
Así es Jose, pero si además repitiera ese acto de forma continua por el simple hecho de beber porque le gusta sería apoteósico, y si además se informara igual que cuando vas al cine y te informas previamente lo que vas a ver, pues damos redoble de tambores. Pero tampoco hay que exigirlo. Hay que aproximar el vino a la gente y hacer que sea un hábito común el tomarte una copa en la comida y otra en la cena (al menos :-))
Pienso que no hay que olvidar que se ha perdido un poco el consumo de base, el contínuo, el de diario. Aquel que veías en los restaurantes de carretera, o el de casa con la frasca o botella asequible. Marabunta de marcas, esnobismo dominical del que parece que hay que saber poesía y prosa para beber, los señores de verde con el alcoholímetro, precios, mareos al personal…en fin, causas que han llevado al descenso. La Segunda División está ahí, la Segunda B queda más cerca 🙂
Saludotes
domingo, 7 febrero, 2010 at 7:05 pm
Iñaki, Interesante tema y conversación.
Claro, un problema es competir en precios y por tanto reducirlos. Cada uno sabrá si esa es la estrategia que le conviene
Pero ojo que poner precios de escándalo a los vinos, y de ahí querer convencer «al mercado» que se deriva una «calidad» cierta, ha sido también la estrategia de muchos elaboradores con pretensiones. Y el chollo se acabó.
Si le pudiera pedir algo a esta maldita crisis, sería que al menos sirva para un profundo cambio de los valores en los negocios (y también en el mundo del vino). Que nos devuelva el valor del esfuerzo y el aprecio por las cosas hechas con criterio y coherencia. Los precios, que sean los que cada uno merezca.
No sé si estaré pecando de iluso…
domingo, 7 febrero, 2010 at 8:31 pm
Amén
🙂
lunes, 8 febrero, 2010 at 2:29 pm
Buuf, menudo hilo, no se que decir ni como. En general creo que hay una crisis de identidad, aunque creo que cada vez hay mas bodega que intentan (las mas pequeñas quizá) ofrecer lo que creen que es mejor.
El verdadero camino, aunque es de fondo y el dinero rápido suele ser una tentación, esta en la honestidad y la coherencia, pero de todos, agricultores, bodegas, d.o´s y consumidores.
Creo que las crisis son mas de valores, de ética, si hubiera un poco mas de eso habría un poco mas de lo otro, todo está asi desgraciadamente, es el sistema económico.
Creo que los precios deben ir en función de la calidad y creo firmemente en que el mundo del vino es inmovil, hay que arriesgarse, hacer cosas nuevas para tratar de dar un paso adelante, eso requiere narices y tiempo.
lunes, 8 febrero, 2010 at 10:16 pm
Precios en función de la calidad…mmmm, dos preguntas Jorge: ¿qué es la calidad? ¿a más caro siempre tiene más de esa supuesta calidad?
Por incordiar 😉
Un saludo
lunes, 8 febrero, 2010 at 10:19 pm
jajajajaja Iñaki, no me pongas en ese compromiso, jajajajaja.
Quería decir que en el caso de españa, si una añada de un mismo vino es peor que otra tiene que verse reflejada en precio.
No soy yo el que mide la calidad pero si el que paga, si la calidad me la ponen a una pasta me quedaré con la media.
Volviendo a mi comentario anterior, honestidad, coherencia y ética.
martes, 9 febrero, 2010 at 7:15 am
Así es Jorge, la dadena completa, desde el inicio hasta el final, debe tener lo que dices: honestidad, coherencia y ética.
Comprométete hombre… 😉
Un saludo
martes, 9 febrero, 2010 at 12:26 pm
http://elmundovino.elmundo.es/elmundovino/noticia.html?vi_seccion=11&vs_fecha=201002&vs_noticia=1265661085
Saludos,
Jose
martes, 9 febrero, 2010 at 1:58 pm
comprometerme yo? o era una frase tipo Slogan?
martes, 9 febrero, 2010 at 7:44 pm
Jose, ya verás cuando se arranquen pisos. Bueno, no me gusta frivolizar con estos temas y no cabe duda que solicitudes de arranque se han pedido y muchas porque la rentabilidad es nula y como estamos acostumbrados a la subvención…
Lógicamente, la falta de planificación anterior ha llevado al estrangulamiento de la gallina, que ya deja de poner huevo salvo en determinadas regiones.
😉
Jorge, era el próximo slogan…¡comprométete a usar el sacacorchos! 🙂
Un saludo
martes, 23 febrero, 2010 at 10:34 am
Tenía esto pendiente para leer con calma… menudo fregao. Sin duda competir bajando precios no es una estrategia muy apropiada a largo plazo.
Pero para mi el problema viene de antes. Como dice Oscar, ¿Como se había puesto el precio a los vinos? Hay un montón de vino español, digamos de «gama alta» (o al menos wannabe), con un precio a mi parecer desproporcionado frente a la calidad que ofrece. Puede que en el mercado interior le cueles las botellas a un empresario que quiere agasajar a sus clientes con el vino mas caro de la región. Pero cuando sale fuera y compite con otras cosas… por muy rico que pueda ser un chardonnay español, si sale a 30€, cuando lo pongan al lado de otros vinos de otros paises… sucede lo que se comenta por ahi arriba, que luego todos se tiran a comprar Francia o Italia. Pero ¿que vino hacemos en España? ¿Como convencer de que nuestros vinos top merecen lo que se pide por ellos? Muchas bodegas han seguido como referente a Chile o Australia… ahora les toca obrar en consonancia. Lo malo es que la imagen que se da, no tiene nada que ver con el discurso de promoción de los vinos de calidad.
Hay equipos de futbol con buenos jugadores que acaban por no ganar nada, porque no saben a que juegan. Porque no tienen un estilo definido ni una estrategia clara. Al vino español le pasa un poco lo mismo, hay buenos jugadores, pero no saben como juegan.
El caso es que las vacas flacas han llegado y ahora hay un merder que nadie sabe como salir de él.
Saludos
Olaf
martes, 23 febrero, 2010 at 2:00 pm
Lo de la calidad…es que es tan subjetivo.
Gama alta ¿qué es exactamente? 16$ ya debe ser un vino Premium según las clasificaciones…
Estoy de acuerdo en lo de la estrategia Olaf, como ya hemos dicho. Me recuerda al Barcelona 🙂
Todo son ciclos…hasta el furrrgol
martes, 23 febrero, 2010 at 5:16 pm
Mira que me esperaba esa contestación futbolera, si es que te lo he puesto a huevo!
La calidad subjetiva, pero cuando las botellas comienzan a acumular polvo en las estanterias… algo falla.
martes, 23 febrero, 2010 at 6:17 pm
🙂 Es cierto, estaba a huevo.
Bueno, no sé exactamente qué es lo que falla, porque conozco estanterías llenas de algunos vinos de 1959, 1958, 1964…y que dentro de mi subjetividad, están buenos
martes, 23 febrero, 2010 at 8:41 pm
En definitiva, en esto del vino es un riesgo no tomar el mundo del viñedo, como una forma de vida, com todo lo que esto implica, como también es un mal, ver esto sólo desde una perspectiva economica. Cosa que parece que podemos entende, lo que ha pasado durante estos últimos años. Quizás antes esto no pasaba, y el mundo del vino como el viñedo era una forma de vida.
Gabriel
miércoles, 10 marzo, 2010 at 11:31 am
No se si alguno se acuerda de los Hermanos Ramonet, auténticos vendedores natos -charlatanes se les llamaba- que con la vajilla te regalaban no una, ni dos, sino tres mantas -entre ellas la de Curro Jiménez-.
Pues a eso es a lo que estamos llegando: promociones de 5+5; 18 botellas + 12 + 12 decantadores, …
Y no estamos hablando de bodegas desconocidas o mal posicionadas.
miércoles, 10 marzo, 2010 at 1:08 pm
No me acuerdo de eso Mario, lo cual significa que soy más joven 🙂
No entiendo ni comparto esas agresiones que se hacen al propio vino. Se ve que no importa eso, el vino.
Un abrazo